¡Hola!
Mi nombre es Simón Andrés Espinal Vélez y soy fotógrafo especializado en boda y moda. Realicé mis estudios en la Universidad APEC de Santo Domingo, graduándome como Publicista. Los años universitarios me aportaron conocimientos que se reflejan en mi trabajo actual, sin embargo, desde temprano en la carrera sabía que quería dedicarme al área de la fotografía.
Mi trabajo en Bodas
La fotografía de bodas es más que un trabajo para mí; es una pasión. Cada boda es una historia única que merece ser contada de manera auténtica, y lo que más me emociona es capturar esos momentos espontáneos y reales: las risas inesperadas, las miradas y las pequeñas grandes alegrías que suceden sin guion.
Mi prioridad es que ustedes, como pareja, se sientan cómodos en todo momento, disfrutando al máximo de su día sin preocupaciones. No busco poses forzadas ni imágenes perfectas; lo que quiero es que cada foto refleje quiénes son ustedes y la felicidad que comparten.
Para mí, la belleza está en lo natural, en lo sincero y en lo que ocurre cuando las personas simplemente se dejan llevar por la emoción del momento. Si se sienten en confianza, las imágenes hablarán por sí solas. Mi misión es que puedan revivir su día tal como lo vivieron, con la misma alegría y amor, cada vez que vuelvan a ver sus fotos.
Mi Pasión por la
Fotografía de Bodas
Desde hace más de 12 años, la fotografía de bodas se ha convertido en mi vocación y fuente de inspiración diaria. Cada boda es única, una historia irrepetible llena de emociones auténticas y conexiones especiales. Me siento privilegiado de poder capturar esos momentos que representan el amor en su máxima expresión, creando imágenes que no solo muestran lo que sucedió, sino que transmiten los sentimientos vividos en ese día tan especial.
La Belleza en los
Pequeños Momentos
En cada boda, me gusta ir más allá de lo evidente, poniendo especial atención en los pequeños gestos que a veces pasan desapercibidos: una mirada, una sonrisa, o una lágrima. Mi enfoque es crear fotografías que cuenten la historia completa, no solo del evento, sino también de las emociones más genuinas que emergen espontáneamente.